Los tiempos que está enfrentando
el sector confección son definitivos: o se le da un
impulso que lo convierta en una de las nuevas estrellas de la economia nacional o,
por el contrario, se lo deja a la deriva y en muy poco tiempo habrá tocado
fondo.
Así
lo ve un grupo representativo de empresarios de la confección que le planteó al
Gobierno un paquete de medidas con el fin de que el sector aproveche las
excelentes condiciones que se están presentando, para consolidar a esta industria y
convertirla en una fuente de empleo y desarrollo en muchas regiones del país.
El paquete de medidas que están solicitando incluye: imponer un
arancel de 40% para los productos textileros de
otros países; un IVA diferencial de 5% para las confecciones; reducir el
arancel de 10% a 5% para los hilos y establecer monotributo para el sector
textil.La
importancia del sector es clave, pues genera cerca de 1,8 millones de empleos,
90% de los cuales están ocupados por cabezas de familia, esto significa que el
impacto positivo llega a más personas. Por eso es
necesario implementar nuevas medidas para impulsar la producción textilera y
confeccionista en el país.
Las medidas que ya ha adoptado el
Gobierno no han tenido un efecto
importante, pues la oferta de prendas de contrabando procedentes, especialmente
de China, no se ha reducido, lo que permite que cada vez el sector se vea mas
afectado.
Las nuevas medidas que se tomen,deben
complementar las otras que se han adoptado como los aranceles definidos a
través del decreto 074 de 2013 y las medidas conocidas como “viacrucis aduanero”, que han permitido
combatir de mejor forma el ingreso al país de contrabando.
Aquí la apuesta no es con
precios, sino con calidad.
Ahora mismo que el país está
buscando nuevas fuentes de divisas, las confecciones y textiles pueden ser
una buena opción. Sin embargo, es claro que se necesita, primero, consolidar la
presencia local y para ellos, aún hay demasiadas dudas sobre el futuro de la
industria, pues el contrabando sigue siendo un problema de raíz, junto con la
competencia de otras industrias como la de China o Vietnam donde los costos de
mano de obra son una décima parte de los costos en Colombia. En cualquier
elaboración de prendas, como la de una camisa, 48% del costo es mano de obra.Por
eso, para los empresarios es claro que el Gobierno debe garantizar que las
condiciones del mercado local sean mejores y superar los problemas internos para
poder pensar en exportar.
El mensaje tiene tanto de llamado de urgencia
como de esperanzado clamor sobre el futuro del sector. Es evidente que hay
amenazas que podrían dar al traste con muchas compañías de este segmento, sin
embargo, para los empresarios, si se toman medidas como las que proponen, se
pueden abrir opciones de desarrollo y prosperidad para muchas personas.
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