3 FOCOS PARA EL ÉXITO

En 2021,en mi tercera reinvención personal y empresarial descubrí las 3 claves que deben guiar a toda persona o empresa que quiera ser exitosa, feliz y sostenible. 3 focos donde centrar toda tu energía, tiempo y dinero, y que no te cuentan en las universidades .

Foco 1: AUTENTICIDAD

No vendemos por nuestros productos, servicios o experiencias de cliente. Vendemos por cómo somos. Las personas y empresas auténticas son un imán para atraer talento, clientes, colaboradores, partners. Apple no vende por tener la mejor tecnología ni Freddie Mercury era el mejor cantante pero se mostraban auténticos y únicos, y eso ganaba al público. 

Esto se produce por un doble factor. El factor aspiracional; queremos ser auténticos y vemos en las personas auténticas aquello a lo que aspiramos. El factor confianza; las personas que se muestran como son generan mayor confianza, que es la base de las relaciones comerciales. Las personas y empresas más exitosas reconocen públicamente que la base de su éxito es ser fiel a ellos mismos, siendo y mostrándose auténticos. 

La autenticidad además tiene un efecto sanador. Uno sólo puede estar en equilibrio cuando hay coherencia entre quién es y lo que cree, piensa, dice y hace. 

En el caso de una empresa, su autenticidad se muestra a través de su cultura. Y si algo que no te gusta en ella o no estas obteniendo los resultados deseados, deberías transformar ya mismo esa cultura. 

La autenticidad es la mejor estrategia y uno de los 3 focos a cuidar en tu GPS. 

Foco 2: PROPÓSITO CENTRADO EN LOS USUARIOS 

Hablar del propósito está de moda. El propósito es el paraqué de tu actividad. Te proporciona un sentido a lo que haces, una dirección y una motivación para levantarte cada mañana. 

Pero no vale cualquier propósito. 

Lo primero, debe estar dirigido a servir a otros. Un propósito tipo “ser el nº1”, “conseguir la libertad financiera” o “poder trabajar sólo 3 días a la semana” no te dará la motivación que necesitas en los momentos de flaqueza (aunque creas lo contrario). Y, paradójicamente, no te llevará a un éxito sostenible. Está demostrado que servir a los demás genera más éxito y felicidad que cualquier otro tipo de propósito. 

Por otro lado, ¿a quiénes debemos servir? En las escuelas de negocio nos hablan de la importancia de cuidar a toda la cadena de valor. Eso es cierto. Pero resulta que el ser humano necesita foco y priorizar, especialmente cuando surgen conflictos de intereses (que surgen). 

Los usuarios finales (que no tienen porqué ser los pagadores), aquellos para los que se creó tu negocio, son la razón de ser de tu empresa además de su sustento. 

Si esto es así, ¿qué mejor que nuestro propósito sea atender sus necesidades, deseos y aspiraciones de manera excelente? 

Un propósito de servicio a los usuarios finales. Ya tienes el segundo foco, que debería convertirse en una obsesión para ti.

Foco 3: LIDERAZGO INNOVADOR

Hacer lo que creas que debas hacer, sin importarte lo que los demás piensen, digan o hagan. Aprender a bailar solo, contra la corriente. Aprender a liderarte a ti mismo antes que liderar a otros. Aprender a navegar en entornos de incertidumbre y cambio continuo. Tareas para las que no estamos preparados. ¿Y cómo nos preparamos?

Una buena manera es creando hábitos que te lleven a ser la persona/ empresa que quieres ser. Yo he clasificado los hábitos en 3 grupos:

• Hábitos de salud: dormir más y mejor, alimentación consciente, fortalecer tu cuerpo, respiración consciente y moverte.
• Hábitos de productividad: definir tu GPS y luego priorizar, eliminar, delegar, simplificar, automatizar, optimizar, planificar y blindar tu mente, al año, trimestre, mes, semana y día.
• Hábitos de mentalidad: incomodarte, desarrollar tu creatividad, fluir y salir de tu rutina y tu zona de confort voluntariamente. 

Aprender a liderarte para ser dueño de tu destino.

3 focos en los que centrarte este 2022. 

SER uno mismo, HACER lo que uno cree que tiene que hacer sin importarle lo que los demás piensen, digan o hagan, y aportar VALOR a los demás. Los 3 principios que son los cimientos del camino hacia tu éxito, tu felicidad y tu sostenibilidad en la vida y el trabajo.

Envíame tus  comentarios , dime qué temas te gustaría leer … y como siempre : 

PERDONEN LA POQUEDAD 

Llegar a la simplicidad es complejo.

“Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra.”

Anthony de Mello

Nacemos ingenuos y felices, y la paradoja es que vamos dejando de serlo a medida que buscamos la felicidad en los objetos, en la materia. 

También en muchos casos y a medida que crecemos y envejecemos, la inteligencia nos lleva al pesimismo. Pero el pesimismo no es una buena base sobre la que edificar la felicidad, más bien es una parada necesaria en el camino de la sabiduría, junto con el escepticismo, pero nunca la estación final. 

La misma inteligencia que nos llevó al pesimismo o a la resignación debe devolvernos a la ingenuidad perdida, no como un medio para alcanzar la felicidad, sino como un fin. 

Y es en esa ingenuidad donde, de repente, emerge la humildad y la gratitud, ingredientes imprescindibles en el viaje hacia el centro del laberinto de la felicidad y para la construcción de una buena vida. 

Desde ellas valoramos lo esencial, lo simple, lo auténtico, lo honesto: la amistad, la belleza natural, el arte que nace de la entrega, la presencia de nuestros afectos, el valor de la vida, lo sagrado que reside en la piel de aquellos a quienes amamos, el lujo de lo esencial.

Llegar a la simplicidad es complejo. 

Especialmente en aquellas sociedades en las que constantemente se nos azuza y zarandea para que consumamos sin parar. Detenerse, reflexionar, apreciar lo que ya es, valorar lo que tenemos, practicar la gratitud como herramienta cotidiana de elevación de la conciencia y de contacto con la humildad. Esta última virtud es tan importante porque es la que nos permite que se revele la sabiduría de la vida.

Porque toda vanidad ciega, mientras que toda humildad revela y desvela.

Hacer la vida simple, libre de cargas innecesarias, vacía de tronos para el ego, nos conecta con lo esencial, con la desnudez, con el dejar ir, con la vida sin artificios.

Es en la ingenuidad y en la sencillez de los niños donde reside esa alegría sin objeto, que probablemente es la mayor fuente de felicidad.

Porque sin duda, el muro de la felicidad se construye de pequeños ladrillos de alegría.

Un fuerte abrazo y

PRRDONEN LA POQUEDAD