En 1978 la Universidad de Harvard publicó el
conocido estudio de la fotocopiadora, que se convirtió en célebre por los
curiosos resultados que arrojaba. Consistía en lo siguiente: uno de los
investigadores se acercaba a cualquiera que llegara a hacer uso de la
fotocopiadora y le pedía el favor de que le dejara usarla antes que él. En unas
ocasiones el investigador ponía una razón por la que necesitaba hacer las
fotocopias rápido, y en otras no. A menudo no escuchamos las razones de nuestros
interlocutores en su totalidad Al final del estudio, concluyeron que un 60% de
los sujetos le dejaban fotocopiar cuando no les daba ninguna razón. Pero dando
un motivo, la cifra subía hasta el 90%. Lo curioso es que, la mayoría de las
veces, la razón era que tenía que hacer copias. Leiste bien. El investigador
decía algo como “¿Me dejas pasar delante de ti? Es que tengo que hacer copias”.
Y el 90% accedía. Las conclusiones del estudio finalmente determinaron que es
mucho más probable que nos hagan un favor cuando proponemos una razón (aunque
esta sea absurda), y que a menudo no escuchamos a nuestros interlocutores en su
totalidad. Quizá el motivo de esta diferencia es que el interlocutor percibe el
esfuerzo que hacemos por JUSTIFICAR nuestra petición y, en realidad, le da igual
el contenido. Dar una razón parece efectivo, pero por si no es suficiente, es
bueno tener algunos ases bajo la manga. El momento es importante Cuidado con eso
de ir a lo loco. Quizá quieras parecer natural pero elegir un mal momento para
pedir un favor es un ‘NO’ seguro. Aunque el asunto realmente sea importante
.mejor esperar ,Igual que cuando esperábamos de niños el regalo del niño Dios ,
esa bicicleta soñada… de la misma manera tenemos que esperar pacientemente a que
sea el momento.
El mejor consejo: planéalo con tanta antelación como puedas. De
ese modo, si un día no es el adecuado, siempre tienes la capacidad de triunfar
el siguiente. Ve al grano Saluda a la persona, intercambia un par de palabras
sobre el tiempo, qué tal está o, quizá, un cumplido si la situación se
presta,pero no te alargues mucho más. Cuando queremos pedir algo, se nota. O al
revés; pensemos en cuando alguien se ha acercado a nosotros con intención. ¿A
que hemos tardado poco en pensar “esta quiere algo”? Alargar la situación solo
nos hará quedar como un c….l, que al interlocutor le parezca forzado e incluso
que dude de la bondad de nuestras intenciones .Generalmente nos gusta más
alguien que nos pida directamente el favor con naturalidad. Pide el favor con
delicadeza, con respeto . No es cuestión de que emplees un lenguaje rebuscado
para agradar a tu interlocutor o para no espantarle. Ya hemos dicho que las
cosas tienen que ser directas. Sin embargo, no conviene ser muy brusco en la
forma de pedirlo. Por ejemplo, si se trata de algo embarazoso o de un tema que
pueda incomodarle, conviene decírselo a solas. Otra cosa que conviene hacer es
proponerle una salida fácil: quizá un “si te queda fácill” o un “que opinas”
ayudarán a aliviar la posible tensión que cause la petición en sí. Si no se ve
acorralada, habrá más probabilidades de que la persona acceda. Puede ser que se
agarre a eso para no hacerte el favor pero, al fin y al cabo, todos queremos
quedar bien socialmente, y no como alguien insolidario con quien no se puede
contar. Es la mejor persona que te podría ayudar Probablemente no. No nos
engañemos. Pero si queremos salirnos con la nuestra y conseguir el deseado
favor, hay que hacerle ver que así es. Tampoco hay que mentirle, ni decirle nada
súper imposible . Simplemente hacerle ver que para ti es importante que te ayude
ella y no otra persona. A todos nos encanta el drama, pero procura no ponerte
llorón, se te verá la debilidad Por ejemplo, podemos ensalzar sus virtudes en la
materia. Imaginemos que necesitamos que nos ayude con la declaración de la
renta; podemos decirle algo como “tú que este último para amistades longevas, de
período escolar, que conozcas sus miserias y virtudes académicas). Aunque el
clásico “tú que eres muy apañado” es un comodín, muy de madre, por cierto, que
vale para todas las materias y no dudamos que funcionará. ¿Y si no me ayudas?
Explícale las consecuencias que tendrá si no te ayuda o si no haces aquello para
lo que se la estás pidiendo. Cuidado, a todos nos encanta el drama, pero procura
no ponerte llorón, se te verá el plumero. Está permitido exagerar un poco, eso
sí, para que la otra persona vea que te hace realmente falta el favor. Esa es la
manera de comprometerles con tu causa, después de que hayas usado el punto
anterior, el de que no se vean en la obligación de hacerlo. Ese ‘yin y yang’ del
compromiso hará que la persona repare en que no le estás queriendo complicar,
pese a que para ti es primordial su ayuda. El exito entonces está asegurado.
Cooo siempre
PERDONEN LA POQUEDAD !!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario