martes, 14 de diciembre de 2021

DE LA QUEJA AL ÉXITO

 

Todos nos equivocamos, pero no todo el mundo vive el error de la misma forma. Es posible que hayas visto en tu trabajo, o en tu familia, personas que, ante un fracaso, caen en justificaciones o culpan a todo el  mundo. Otras, en cambio, afrontan la situación como un camino para aprender y superarse. Carol Dewck, profesora de la Universidad de Stanford, observó la reacción de niños y adultos ante las equivocaciones. Comprobó algo interesante: la manera en que vivimos el error define nuestro mundo interior de creencias, nuestra manera de vernos a nosotros mismos y, por ende, nuestra capacidad para ser feliz. Según esta  investigadora existen dos mentalidades: la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento, que no depende ni de la inteligencia ni de variables sociales.

Están también Las personas con mentalidad de crecimiento, que consideran que el éxito depende fundamentalmente del esfuerzo. No ponen el foco solo en el resultado final, también les importa el proceso de aprendizaje. Para estas personas los errores no suponen una “catástrofe interior”, ya que forman parte de la evolución. Buscan los comentarios de los demás para seguir avanzando.

Entendiendo esto ,  Si piensas en los problemas que te agobian, ¿qué tipo de reacción tienes? . Todos tenemos mentalidad fija y mentalidad de crecimiento. Dependiendo de nuestra forma de ser, habrá aspectos de nuestra vida o ciertos problemas que caigan en el terreno de las justificaciones. Otros, en cambio, nos llevarán a ponernos la camiseta  para continuar hacia delante. Por eso, si queremos afrontar una dificultad con éxito, la solución está en nosotros mismos. Esta pasa por un proceso compuesto por cuatro fases 

En la primera fase debemos ser honestos e identificar aquellas situaciones que nos activa la mentalidad fija.Todos, absolutamente todos, caemos en las excusas, de la culpa o de la negación de nosotros mismos. “No vendo porque no sé vender  ”; o “no soy capaz de igualar lo que mi compañero hace”. El mundo de las justificaciones es muy creativo.

En segundo lugar, necesitamos tomar conciencia de cómo actúa nuestra mentalidad fija. Para ello, si nos atascamos ante un problema, es recomendable escribir a nuestra mentalidad fija para poner distancia , podemos tener frases internas que contrarresten esa sensación: “hoy no, Rafael”, por ejemplo.

Como tercer lugar,cuando un problema nos atasca debemos aplicar la mentalidad de crecimiento que hayamos tenido en otro momento de nuestra vida o en otra área. Necesitamos recordar qué nos decimos a nosotros mismos cuando estamos en dicha mentalidad, cómo aprendemos y cómo podríamos trasladarlo a la situación que nos preocupa. Para ello se sugiere crear una frase que sirva de eslogan y tenerla presente: “cuando te esfuerzas, lo consigues”, por ejemplo. Debe ser una “mara” capaz de hacernos reaccionar, por lo que nos debe sonar en lo personal.

Por último, tenemos que incluir el poder del todavía. En vez de decir “no sé hablar chino”, hay que sustituirlo por “no sé hablar chino todavía”. Este concepto abre las puertas a la posibilidad. En definitiva, si pudiéramos tomar conciencia de nuestras dos mentalidades, del daño que nos produce la  mentalidad fija y de la capacidad que tenemos para transformarla con la de crecimiento, viviríamos los problemas con más recursos y nos sentiríamos mejor con nosotros mismos.


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